Desde Hoy

Que duela tanto hasta que el dolor se convierta en mi amigo inseparable, y que por dejadez nos olvidemos.
Que te añore tanto, que de tanto pensarte me aburra y cambie de tema.
Que te vea tanto que tu presencia sea haga transparente y aburrida.
Que te oiga sin escucharte y tus palabras resuenen en el vacío.
Que con el tiempo las vivencias se vuelva recuerdos que se confundan con la ficción, para no dividir lo real de lo imaginario
Que mi olfato se embriague tanto de tu perfume hasta que no reviva ningún sentimiento.
Que todo pierda color y resulte insípido.
Que el infierno de olvidarte empiece desde ahora. Mientras mas rápido mejor.
Que mis heridas empiecen a sangrar lo antes posible para que salga la ultima gota, mientras más rápido mejor. Para que desaparezca el vacío en el escomado, las lagrimas a flor de piel y el escalofrió.
Que se hagan realidad todos mis temores, que me tortures con el látigo de tu desprecio, hasta ahogar en dolor hasta el último vestigio de esperanza en mí. Que no quede nada y falte todo. Para aprender por las malas y revivir el pasado y sufrir en el presente con la misma piedra, con el mismo muro, con el mismo error. Hasta que no quede sentimientos, hasta que mi corazón olvide la emoción y deje de latir. Vivir sin amor, sin esperar, sin esperanza. Que olvide amar para siempre y se selle con titanio. Para así no sentir, no ver, no entender, no desear. Y vivir en paz, lejos de ti.

La noche que fui feliz y me emborrache

Se dice que la felicidad no es algo palpable, que mas bien son momentos buenos que se van acumulando y te hacen sentir bien, cuando las recuerdas eres feliz. También se dice que cuando eres feliz te das cuenta cuando es demasiado tarde, porque necesitas de un día muy malo para recordar que en el anterior fuiste feliz, pero ya es muy tarde. En sentido general no me considero la persona más infeliz del mundo pero si puedo decir que cuando lo soy feliz poca gente se da cuenta.
Anoche me sentía particularmente miserable e infeliz, confundida y hecha un desastre y me dispuse a no ser la victima de mi fatalismo, y en ese instante (gracias a Dios) llego a mí el recuerdo del único momento en el que me sentí especialmente Bien.
Fue así: nada en particular, sin restaurantes de lujo, sin ropa de diseñador, solos tu y yo en un parqueo riéndonos, besándonos para mas tarde ir a tu casa y disfrutar de uno de los momentos de intimidad más sinceros de mi vida(sin sexo). Te sentí feliz a ti y eso vasto para que yo fuera la persona más plena del mundo. No necesite que hicieras nada, tu presencia era suficiente. Nada en particular, el no lo supo, yo no se lo dije. Paso lo que bauticé como el Jumo más grande de la historia. Ese día me dormí borracha de amor y empapada de cariño. Como nunca más me ha paso, llore de felicidad en mi cama, y me sentí completamente feliz. Muy feliz. Jamás me he sentido así, claro que han existido muchas cosas buenas en mi vida, pero nada tan palpable como esa sensación de bienestar como con la que me dormí ese día. Nada.
Esa noche fui feliz.
Hoy no lo soy, pero tengo la esperanza de sentir así otra vez.