La inspiración andaba de parranda
Cosa y cosas han pasado desde mi último post. Si me pongo melancólica puedo decir que el amor no correspondido es una de las más grandes amarguras de la vida. Por el contrario, si decido ser optimista, puedo decir que no hay desamor que pueda aplacar mi deseo de encontrar a alguien lo suficientemente loco y cuerdo para amarme.
Y así, enredada en la rutina de la vida me he encontrado a mi misma buscando a otros.
Y es que señores, no es por nada, pero soy todo un personaje,jeje.
Ya sería. Retomando lo de la vida, que bien se siente trabajar en lo que a uno le gusta y que para rematar te paguen por eso. Es muy gratificante. Otra cosa, que maravillosos son los amigos. Esos a los que llamas porque sabes que te vas a reír, los que te comprenden, los comprimes, los compinches de bonches, los de toda la vida y quienes te conocen de verdad. Podría perder mil amores, ser despreciada por el más delicioso de los hombres y hasta engañada por el que creo me ama, todo eso lo soporto, lo vivo día a día en esta jungla de sementó. En eso soy una campeona, pero eso de vivir sin amigos si que debe ser un infierno.
En lo adelante tratare de hablar de lo que me gusta, lo que me define. Una casa es segura, me voy a AMARGAR. Uno días más que otros, esas crisis existenciales también me definen.
Estoy aquí, un poquito más feliz que ayer, menos triste que hace meses y como rambo con el cuchillo en la boca.